La mujer que seré...que un día vi...
Desde un futuro... al pie de un gran árbol...llegando a la mujer que fui, aquella que buscó ser abrazada, cobijada, en el abrazo divino del creador masculino, la mujer que diosa, había partido del vientre de la madre tierra...desde un instante único, mágico, llena de amor amante, niña, dulce...había salido a la superficie desde el centro de un corazón, un gran corazón...
Había nacido semilla, había volado , planeando incalculables extremos atravesando los aires, pues tenia alas para surcar los vientos, tenia todo el potencial, ¡era la que seria!
Y se pregunto tantas veces ¿ porque siendo mujer tendría que sufrir así? y se pregunto incansablemente ¿Cómo los suaves vientos la cobijaron y la depositaron de los remolinos y las tormentas dentro de una almohada dulce, esponjosa y pacifica... dentro de la tierra?... donde crecerías... incansable aguardaste pacientemente el tiempo de renacer... desde adentro de las esferas, en la tierra madre, serena, has amado a aquel hombre que querías, que debías, que elegías una y mil veces pues así, en ese amor humano, a veces racional, a veces equivocado, fue llevándote a un verdadero encuentro.. a tu propio encuentro... a la sanación y liberación en el amor incansable y compasivo hacia ti misma...
Mas preguntas... ¿Por qué aquel día encontraste esa semilla? ...como señal perfecta de la unidad de los mundos entrelazados en portales infinitos que conectan tantas vidas dentro de la vida misma...y la verdad es que eras tu quien te encontrabas en un universo de espejos con la real que eres, pues en un pasado habías jugado a la travesía de encarnar muchas vidas ...y en un presente eterno frente a este gran árbol que te cobija lleno de luces, flores rosas, fragancias y sensaciones de terciopelo, tú, mujer, eres quien vino a ser...para atravesar puentes, uniendo distancias insondables que antes nadie había ideado siquiera... solo con el roce de tu alma. La semilla : tu propia búsqueda; tú misma: tu mejor respuesta... haz ideado todo un hilo de collares y cuentas que fuiste atando y reuniendo en mil colores, en una gran diadema cristalina... ahora esta historia, que es también tu historia...ira tejiendo en ti aquello que un día ya fue visto por ti misma desde el otro rincón del horizonte... para verte nuevamente como realmente eres... la mujer que has amado tanto.-
Desde un futuro... al pie de un gran árbol...llegando a la mujer que fui, aquella que buscó ser abrazada, cobijada, en el abrazo divino del creador masculino, la mujer que diosa, había partido del vientre de la madre tierra...desde un instante único, mágico, llena de amor amante, niña, dulce...había salido a la superficie desde el centro de un corazón, un gran corazón...
Había nacido semilla, había volado , planeando incalculables extremos atravesando los aires, pues tenia alas para surcar los vientos, tenia todo el potencial, ¡era la que seria!
Y se pregunto tantas veces ¿ porque siendo mujer tendría que sufrir así? y se pregunto incansablemente ¿Cómo los suaves vientos la cobijaron y la depositaron de los remolinos y las tormentas dentro de una almohada dulce, esponjosa y pacifica... dentro de la tierra?... donde crecerías... incansable aguardaste pacientemente el tiempo de renacer... desde adentro de las esferas, en la tierra madre, serena, has amado a aquel hombre que querías, que debías, que elegías una y mil veces pues así, en ese amor humano, a veces racional, a veces equivocado, fue llevándote a un verdadero encuentro.. a tu propio encuentro... a la sanación y liberación en el amor incansable y compasivo hacia ti misma...
Mas preguntas... ¿Por qué aquel día encontraste esa semilla? ...como señal perfecta de la unidad de los mundos entrelazados en portales infinitos que conectan tantas vidas dentro de la vida misma...y la verdad es que eras tu quien te encontrabas en un universo de espejos con la real que eres, pues en un pasado habías jugado a la travesía de encarnar muchas vidas ...y en un presente eterno frente a este gran árbol que te cobija lleno de luces, flores rosas, fragancias y sensaciones de terciopelo, tú, mujer, eres quien vino a ser...para atravesar puentes, uniendo distancias insondables que antes nadie había ideado siquiera... solo con el roce de tu alma. La semilla : tu propia búsqueda; tú misma: tu mejor respuesta... haz ideado todo un hilo de collares y cuentas que fuiste atando y reuniendo en mil colores, en una gran diadema cristalina... ahora esta historia, que es también tu historia...ira tejiendo en ti aquello que un día ya fue visto por ti misma desde el otro rincón del horizonte... para verte nuevamente como realmente eres... la mujer que has amado tanto.-
Cuando miro tus ojos yo veo en ellos…
el otro lado del cielo, y
encuentro dentro de ti,
las cosas más bellas que jamás vi.
CUANDO MIRO TUS OJOS MIL
COSAS PASAN -
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